Hace ya tiempo que no cuento nada, así que hoy voy a soltar una bonita incidencia que me he encontrado en el trabajo hace una semana o dos.
Llego feliz y contento (es un decir, llego a las ocho de la mañana) a mi puesto como todos los días y me pongo a hacer
lo de siempre, Pinky. Que si una carpeta de correo basura que ha desaparecido porque la han borrado al querer vaciarla, que si un proyector no funciona porque alguien ha tocado el botoncito de entrada en vídeo y el ordenador, previsiblemente, entra por RGB, que si hay que instalar un equipo, el pan nuestro de cada día.
En esto me llaman para preguntarme si puedo acercarme a ver un portátil que tiene problemas para conectar a WiFi. Considerando que no pasan tres días sin que venga alguien a consultarnos por este motivo, no es raro, así que me voy para allá.
Cuando llego allí, lo primero que hago es comprobar que la señal llega con potencia suficiente. My PDA (vale, vale, es un Tablet) me dice que llega más que de sobra, así que me pongo al portátil. Como éste tiene Windows Vista, hay varias razones posibles para que no funcione. Así que, ni corto ni perezoso, desactivo IPv6 y toda la morralla de detección de conexión a Internet que siempre nos da problemas (el Vista se pasa de listo y "corta" la conexión antes de que se pueda autentificar el usuario contra el portal cautivo). Reintento y nada, "reparo" la tarjeta y tampoco. Habrá que reiniciar.
Reinicio y veo que el equipo se ralentiza de forma... notable no, sobresaliente con matrícula de honor. Y no al arrancar Windows Vista, no. Antes de llegar a leer nada del disco duro. Huuuyyy qué mala señaaaall.... este portátil tiene un problema. Veo que tiene un ratón USB y supongo que se ha vuelto loco porque no logra cargar el soporte automático de USB. Bueno, no hay problema, se quita el ratón, se reinicia el equipo y a correr, que ya conectaré el ratón cuando esté cargando Windows Vista.
Dicho y hecho, el portátil arranca como un tiro y Vista ni se inmuta cuando conecto el ratón mientras lo arranco. Espero a que se calme (maravillas del Vista, la mitad de las cosas no termina de cargar hasta bastante después de que aparezca el escritorio, pero eso es otra historia) y busco redes inalámbricas. Y no ve ninguna. Vuelta a comprobar configuraciones, "reparar" conexiones y maniobras típicas. Y el portátil sigue en su solipsismo.
Reinicio una vez más, quitando el ratón para ahorrarme la espera. Y arranca sin problemas. Sólo por probar voy rápidamente (tan rápido como me dejan los servicios a mitad de carga de Vista) a la configuración de redes, y consigo conectar. Lanzo el navegador, entro al portal cautivo y, en ese momento, me acuerdo de conectar el ratón USB. Y se me va la WiFi.
Cara de sorpresa. Vuelvo a intentar conectar y ya no aparece ni el portal ni la WiFi ni nada. Desconecto el ratón. Sé que no puede ser el ratón, pero lo desconecto, y la WiFi sigue invisible. Reinicio, conecto el ratón y no no logro ver ni una red. A ver si va a ser el ratón... un ratón USB que se merienda antenas WiFi es algo nuevo para mí, pero ya son muchos años y un nivel alto de paranoia. Pero el ratón funciona perfectamente.
Reinicio sin ratón y la WiFi funciona. Conecto el ratón y deja de funcionar. Bah, no va a ser el ratón, lo desconecto, reinicio y lo pongo en otro puerto. Y aquello sigue sin funcionar. No, si al final será el ratón. Cojo otro ratón USB que tienen en el despacho, reinicio con el nuevo ratón ya conectado y el ordenador arranca sin problemas, y me conecta a la WiFi, y me deja autentificarme en el portal cautivo y... la madre que parió al ratón.
Tiempo total invertido: unos tres cuartos de hora (evidentemente, el procedimiento no es tan rápido como suena y me he saltado algunos pasos como la comprobación en un par de ocaciones de la configuración CMOS). Y era el ratón. Que alguien me lo explique.
Epílogo: resuelto el asunto, paso camino de mi despacho por delante del encargado de redes y le cuento la historia. Y me cuenta que ya lo había ido a mirar él, pero que le había funcionado, pero no recuerda si tenía puesto o no el ratón. Después, contando la jugada en el despacho, uno de mis compañeros cuenta el caso de una serie de ordenadores que se compraron hace un par de años cuyos ratones sólo funcionaban correctamente en un único puerto USB: el resto del tiempo se bloqueaban (los ratones).
Y luego me pregunto por qué la gente saca causas tan peregrinas para los fallos de los ordenadores...